Un pueblo mágico, la ciudad de San Miguel de Allende (Guanajuato), un escenario de lujo el Hotel Belmond Sierra Nevada, cinco chefs de lujo y la Cruz Roja Mexicana (delegación de San Miguel de Allende), son los ingredientes que conjurados al unísono pusieron en pie uno de los eventos gastronómicos solidarios con los que se podrá levantar un techo para el patio de ambulancias de la Delegación de la Cruz Roja de la Ciudad.
San Miguel de Allende, quizás una de la ciudades más bellas y mejor destino gourmet de México (es una de las finalistas a tener este título según las nominaciones que se debaten estos días en Food and Travel 2019 Reader Awards), siempre es una excusa para organizar una visita, disfrutar algún que otro paseo caminando por las espectaculares estampas que ofrece su arquitectura, tiendas y Mercado Municipal. Por supuesto para deleitarse de alguno de los restaurantes dentro del amplio abanico de su oferta culinaria.
Otro que no merece muchas excusas para disfrute de sus instalaciones es el hotel Belmond Sierra Nevada, enclavado muy cerca del centro de la ciudad y construido aprovechando varios edificios de los siglos XVII y XVIII que junto a sus patios interiores, jardines y los acabados de estuco de sus habituaciones es pura comodidad tanto en el uso de alguna de sus habitaciones privadas como alguno de sus patios con su generosa vegetación. Este hotel es propiedad de uno de los grupos de lujo más importantes del mundo, el LVMH Moët Hennsey Louis Vuitton ( tanto éste sito en la Ciudad de San Miguel de Allende como el Belmond Maroma de Riviera Maya adquiridos recientemente por este holding).
La gestión del hotelero John Freudenthaler (Belmond Sierra Nevada), y la receptividad de la Presidenta del Consejo Directivo de la Cruz Roja Mexicana de San Miguel de Allende, Leticia Fernández Salinas de Noyola, fueron decisivos para el éxito de la convocatoria.
El modelo fue el de los BeefSteaks Dinners, eventos sociales que tienen ya una tradición en cuanto a su celebración en los Estados Unidos (nuestro vecino del Norte) y que normalmente congregan buena cocina, fiesta y lo más nutrido de la sociedad, que se aúnan para recaudar fondos para diversas causas, en este caso, una causa social.
El plantel seleccionado, para conseguir el éxito de la Cena fueron cinco de chefs que en sus diferentes ámbitos de actuación culinaria ( y porqué no decirlo su labor activista) significaban un mensaje y un ingrediente de éxito para el evento.
El Chef Katsuji Tanabe, es no sólo uno de los chef que más defienden la cocina mexicana en Estados Unidos por todos los rincones, si no un activista que gracias a su sentido del humor más alto a defendido a los inmigrantes mexicanos que tan malos tiempos viven en el país vecino del Norte, derivadas de las políticas antiinmigración que allí se están desarrollando. Anecdótica pero viral fue la publicación del ticket de uno de sus restaurantes en los que se podía leer: “inmigrantes cocinaron tu comida y te atendieron el día de hoy”.
Otro de los participantes fue el chef José Sosa, chef ejecutivo de uno de los Restaurantes más reconocidos de esta ciudad, y no sólo es líder en cocina italiana sino que está dirigida por este chef de orígenes humildes que ha sabido escalar puesto a puesta hasta llegar al máximo reconocimiento. Nacido en un pueblecito, nació en la granja de sus abuelos donde aprendió algunos de los valores que hoy pone en práctica en su práctica culinaria: trabajo y selección del producto de los pequeños productores cercanos a su restaurante y la incorporación en su carta de productos de primera calidad y de origen sostenible y ético.
El círculo se cerró con la participación de otro mexicano, el mediático influencer de cocina Óscar Meza que cuenta desde su canal de Youtube La Capital con más de tres millones y medio de seguidores y desde el que cocina y promueve la buena Cocina Mexicana y dos referencias del mundo de la carne que merecen un espacio a parte: el chef John Tesar (uno de los mejores chefs de babacoa del mundo) y Joshua Smith, el chef de los embutidos y de la modernización de este sector, autor del salchichón de mole, entre otros embutidos míticos.
El menú consistió en: una costillas de res con puré de ajos y verduras asadas, unas short ribs de cerdo BBQ (con notas de jegibre), un sashimi de atún y un plato representativo de la charcutería que está triunfando en este mundo.
La participación social fue todo un éxito, vendiéndose todas las entradas semanas antes de la celebración de una cena, que no sólo consiguió su objetivo de recaudación de fondos, sino poner en la boca de los comensales el deseo de una segunda edición.
Este artículo se publicó el18 de octubre de 2019 en el Heraldo de México, siendo su autor Juanma Martínez Rodríguez @foodiessence
San Miguel de Allende y su cocina solidaria
Deja una respuesta