Vivimos tiempos de farmacodependencia; gran parte de la población trata sus desequilibrios físicos y enfermedades con puros químicos, quedando muy atrás en el tiempo palabras, como las que nos daba Hipócrates: “haz del alimento tu medicina y que ésta sea tu alimento”.
Imagínense un cambio de escenario, la farmacia por nuestra cocina; y una idea, dotarnos de un estilo de vida que prime el conocimiento de nosotros mismos, nuestra integración con el entorno que nos rodea y volver a sentir el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el alma.
Ayurveda: medicina milenaria
De eso mismo trata el Ayurveda, palabreja que a más de uno sonará a chino (a pesar de ser una palabra proveniente del sánscrito) y que nomina a una de las medicinas tradicionales más antiguas del mundo (3000 años) practicada hoy en día por millones de personas más allá del Continente Indio.
Precisamente esta cuestión de prevención de la enfermedad basada en una correcta alimentación y de las deliciosas recetas, que hoy se aquí se presentan, justifican que una medicina, la Ayurveda, sea hoy protagonista de un artículo de gastronomía.
Conociéndonos a nosotros mismos
La mejor defensa de nuestro cuerpo es la prevención, y para ello son importantes dos reglas. Por un lado, el conocimiento de nuestro cuerpo y la forma que tiene para expresar sus desequilibrios, mensajes que vienen a avisar que en un futuro se manifestará una enfermedad. En segundo lugar, el conocimiento de nuestro entorno, siendo conscientes de respectar las normas de la sabia naturaleza, que nos da un tipo de alimentos diferentes para cada época del año.
Para la medicina Ayurveda, es muy importante conocer la constitución física de cada persona (también llamada biotipo o “dosha”). Cada cuerpo contendrá tres elementos (pitha, vata y kapha), no representados en la misma proporción sino con predominación de uno frente a los otros. Por otro lado, en un mismo individuo habrá contrastes entre desequilibros, propios de su dosha predominante, y otros elementos de equilibrio. Para saber qué tipo de dosha predomina en tu constitución, es fácil haciendo el test que te proponemos.
Para equilibrar lo que no funciona correctamente, el secreto que te propone esta medicina es por un lado adquirir una serie de buenos hábitos por un lado (dormir las horas necesarias, ciertos comportamientos de higiene, como limpieza regular de la lengua, mantener la piel del cuerpo hidratada con aceites naturales como el de coco, etcétera).
Por otro lado, elegir para su consumo alimentos propios de la temporada o estación del año, hacer buenas combinaciones, ya que ciertas combinaciones de alimentos son incompatibles, por lo que es probable que fermenten en el intestino, generando gases e hinchazón, resultar pesadas y contribuir a que no puedan ser digeridas de forma correcta. Un ejemplo de esto es el consumo de frutas con otros alimentos, sobre todo si éstas son crudas y no cocinadas. Otra regla es evitar el consumo de alimentos refinados, harina de trigo, azúcar.
Ayurveda Urbana en la Ciudad de México, una experiencia
Elizabeth Muñoz es cofundadora del espacio Ayurveda Urbana cuenta que tras enfermarse de hipotiroidismo “de pronto pasé de estar bien a dejar de estarlo; comencé a ganar rápidamente de peso y a estar muy deprimida. Probé todas las alternativas dentro de la medicina occidental, y nadie me daba una explicación”. La práctica de la medicina ayurveda no es incompatible con el uso de la medicina occidental, de hecho son compatibles, por lo que un cambio de hábitos, como los expuestos anteriormente puede ser un gran revulsivo para recuperar la salud o para ayudar a la medicación que se esté tomando. A través de su centro, se intenta concienciar para incorporar estos cambios alimenticios y de hábitos en aquellas personas que quieren prevenir o mejorar su estado, de manera práctica. Elisabeth comenta que “de acuerdo quieres estar bien, adelante constrúyelo, cualquier cambio necesita de al menos 40 días para ver sus efectos”.
Cómo organizar nuestra despensa y el respeto a la estacionalidad de los alimentos
La eficacia de la cocina Ayurveda reside en su simplicidad y a ir acostumbrando al paladar a comidas que contengan pocos ingredientes. Mejor consumir una ración abundante de un plato que picar varios, simplificando, según la misma, uno se sentirá mejor.
En cuanto a la estacionalidad de los alimentos, el Ayurveda propone en primavera tomar alimentos que sequen y muy poca sal. En verano alimentos refrescantes y con poco aceite (si es seco) si el verano es húmedo añadir más grasas y aceite a las recetas.
En otoño destacan los alimentos cocinados servidos calientes y en invierno alimentos ligeramente caloríficos, caldosos y oleosos con un toque picante.
La cocina Ayurveda apuesta por las especias y su poder curativo. El anís estrellado, el jengibre fresco, la semillas de cilantro, las de hinojo, las de mostaza, calvo, cúrcuma, cardamomo y un largo número de especias son usados como pura medicina aprovechando sus poderosos efectos antioxidantes, de protección del cerebro o de otros órganos, aliviar síntomas y poniendo a nuestra disposición fitonutrientes únicos.
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